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Tofu frito con Judías Verdes o cómo amar el tofu de manera sencilla

En mi camino de redescubrimiento del tofu di a parar con una receta coreana que saca el máximo partido a esta deliciosa fuente de proteínas.

Tal y como comenté por encima en mi entrada Mi complicada y vertiginosa relación de amor – odio con el Tofu ( I ), el tofu siempre ha sido un ingrediente que me ha costado manejar, y que aún a día de hoy siento que me falta mucho que aprender sobre él. Llevo bastante tiempo en la búsqueda de mejores y formas más sabrosas de cocinar el tofu; y en medio de esa búsqueda, di a parar con el maravilloso blog de cocina coreana de Maangchi, el cual me abrió los ojos completamente. Es un blog que os recomiendo al 100%, tiene recetas de todo tipo, pero muchas de ellas se pueden adaptar y hacer vegetarianas y veganas muy fácilmente, ella misma lo explica, y también tiene un canal de Youtube en el que os enseña muy bien explicado todos sus procesos. Quizá lo que sea más complicado de sus recetas sea encontrar algunos de los ingredientes que lista, pero si tenéis cerca alguna tienda de alimentación asiática, es probable que muchos de ellos los encontréis. Es cierto que los ingredientes frescos como la col nappa es todavía más difícil, pero bueno, al final es un poco aventura ir por las verdulerías y tiendas de tu ciudad buscando ingredientes raros.

Uno de estos ingredientes que os puede costar encontrar son los copos de chili coreanos o gochugaru, que no se parecen en nada a los copos de chili que venden en el mercado aquí. Son muy picantes y aportan un precioso color rojo a los platos. En mi caso aún no he podido encontrarlos, sin embargo, sí vi que vendían gochujang, que es una pasta fermentada de copos chili, parecido al miso, pero con chili. Esta pasta es uno de los ingredientes principales del popular kimchi, que es un preparado fermentado de col. La cuestión es que puesto que no tenían copos de chili, pero sí la pasta fermentada, pues me compré la tarrina y desde entonces no he dejado de usarla. Cualquier receta que quiero darle un toque picante le pongo una cucharadita y, bueno… sin palabras. A mí es que los productos fermentados me pueden. Me encanta el olor fuerte, el ligero toque a alcohol y el dulzor que aportan… ¡En resumen! Que encontré esta maravillosa receta de Maangchi que es un tofu salteado que está riquísimo con arroz, pero no tenía los copos de chili, así que los cambié por una cucharadita de la pasta fermentada (lo siento Maangchi si está mal, pero es que no tenía otra cosa), y la verdad es que a día de hoy es mi platos favoritos con tofu y lo hago cada dos semanas.

Es un plato que puedes acompañar de cualquier verdura, pero yo os lo recomiendo especialmente con judías verdes (de las redondas mejor, pero para el día que hice esta receta solo me quedaban de las planas), brócoli o brocolini. De verdad que tenéis que probarlo. Y eso sí, acompañado de un buen plato de arroz, porque os va a apetecer.

Tofu frito con judías verdes

Ingredientes
  • 275 g de tofu
  • 400 g de judías verdes / 1 brócoli 
  • 1 cebolla
  • 2 cdas. de aceite de girasol
  • 1 vaso de agua
  • 2 cdas. de salsa de soja
  • 1 cda. de azúcar
  • 1/2 cdita. de sal
  • 1 cdita. de gochujang
  • 1 cda. de aceite de sésamo
  • Semillas de sésamo

Elaboración

  1. En una olla con agua hirviendo y sal, ponemos las judías verdes a hervir. Si tenemos olla express podemos omitir este paso y hacerlo cinco minutos antes del paso 8.
  2. Ponemos a calentar una sartén grande con el aceite de girasol a fuego medio. Mientras, preparamos el tofu, secándolo con una toalla y cortándolo en tiras o cuadraditos de unos 3 mm de grosor. Cuando el aceite de la sartén esté bien caliente echamos los trozos de tofu para que se hagan bien pon una cara y ¡importante! No los movemos. Hay que dejar que se tuesten bien o se nos romperán. Podemos dejarlos ahí unos minutos.
  3. Mientras tanto cogemos una cebolla y la cortamos en daditos. Picamos un diente de ajo también.
  4. Cuando veamos que los trozos de tofu se empiezan a despegar podemos darle la vuelta y dejar que se hagan por el otro lado. Tienen que estar doraditos de manera uniforme y crujientes.
  5. Una vez esté listo el tofu lo retiramos de la sartén y lo dejamos en un plato. En esa misma sartén echamos la cebolla y el ajo y removemos bien para que no se nos queme, sin bajar el fuego.
  6. Muy rápidamente, mientras se hace lo de la sartén, preparamos en un cuenco la siguiente mezcla: un vaso de agua, dos cucharadas de salsa de soja, una cucharada de azúcar, media cucharadita de sal y media cucharada de gochujang o pasta fermentada de chili coreana.
  7. Enseguida lo echamos en la sartén y hará «shhhhhhhhhhh». Eso es bueno. Removemos bien todo durante un rato hasta que veamos que empieza a espesar la salsa. A estas alturas las judías ya deberían estar hechas, así que podemos echarlas en la sartén y juntarlo todo.
  8. Cuando haya perdido parte del líquido, podemos echarle los trozos de tofu y los empapamos bien en la salsa. Seguidamente le echamos el aceite de sésamo y, si nos lo vamos a comer ahora, las semillas de sésamo. Si no, es preferible echarlas antes de comer porque suelen enranciarse.
  9. ¡Y ya está! Podéis coméroslo solo o, como a mí me gusta, con un poco de arroz basmati.
Lo dicho, yo prefiero con judías redondas o con brócoli. El procedimiento es exactamente el mismo.

Por Mario Rodríguez

Creador de Cuchillo Amigo.

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